viernes, 9 de septiembre de 2011

19.

-¡Felicidades Lucy!- Sonó al unísono en el comedor de mi casa. Estaba absolutamente todo el mundo. Incluido todo el vecindario que no me apetecía que me viera en pijama y con mi cara de recién levantada, pero me hizo mucha ilusión.
- Ya estás hecha toda una mujercita, Lucy- Dijo mi padre justo antes de echarse a llorar. Fuimos todos a consolarme, porque pensábamos que aún no había superado lo de la abuela. - ¡Qué va! No lloro por eso, lloro de alegría. Eres mi niñita con un futuro espléndido por delante. Fue una mañana muy emocionante, llena de regalos, tarta, confeti, las llamadas por teléfono de los familiares y compañeros de California, lo típico. Pero ya, cuando estábamos recogiendo toda la casa de las porquerías que habíamos tirado, y no me esperaba ninguna llamada más, sonó el teléfono. Corrí como el viento para cogerlo, sin saber por qué ponía tanta ilusión.
- ¿Si?
Y casi con voces perfectas oí como al otro lado de la línea empezaban a entonar el “Cumpleaños feliz”. Ya me extrañaba a mí, tanto tiempo sin saber de ellos…
- Gracias, Paul, John, Ringo, George …
Y cogiendo John el auricular,
- Y de regalo, podrás venir a visitarnos a la fiesta de bienvenida que hemos montado en nuestra casa. – Ringo le arrebató el teléfono. – Fiesta de bienvenida que se podría convertir en fiesta de cumpleaños. Acabamos de llegar y tenemos mono de Liverpool, así que, tráete a tus dos amiguitas y veniros.
- Gracias, pero no sé… - Colgaron antes de que pudiera decirles que no.
Fui hacia el salón y se lo dije a Katrina y a la parejita feliz y nos pusimos manos a la obra. Recogimos lo más rápido que pudimos el comedor y Kat me acompañó a mi cuarto para elegir vestuario. No es que estuviera nerviosa… es que, era una fiesta del tipo de fiestas a las que nunca había ido, y no tenía ni idea de cómo ir… los chicos lo tienen siempre tan fácil.
- Tienes que estar espectacular.
-¿Por?
- Venga, Lu, no me seas ilusa… hoy vas a ligar un montón y tienes que estar preparada.
- Pero Katrina, si me ayudas, no te dará tiempo a llegar a tu casa para vestirte y maquillarte y todo eso…
- Tranquila, no sabes lo rápida que puedo llegar a ser, además, ahora elegiremos la ropa y me iré pitando, ¿ok?
- Ok – No debí parecer nada convincente por el gesto con el que me respondió Kat. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario