viernes, 9 de septiembre de 2011

Dormir y adiós.

¡Dos días! Dormí dos días enteros, entre el cansancio propio de la actuación, las vitaminas, y los dos o tres rones con coca-cola que nos tomamos, mi cuerpo no tuvo ningún problema en dejarme descansando. Y mis padres tampoco.
Cuando me levanté, con las energías cargadas, fui dando saltos por la casa, abrí la puerta y llovía, me daba igual, salí a mojarme: ¡Había cumplido mi sueño!
Entonces llegó mi madre a bajarme de la nube.
- Lu, cariño, entra dentro, que vas a coger una neumonía.
- No caerá esa breva mamá, ¡estoy muy feliz y nada podrá molestarme!
- Que niña… - Se estaba volviendo ya para la cocina cuando se giró bruscamente- Ah, por cierto cariño, ha llamado un chico, decía que era para despedirse.
- No sé quién puede ser… - Pero en realidad sí que lo sabía, recordé algo que me dijo John sobre que hoy se iban de gira.
- Creo que dijo que se llamaba John, o Johnny, no lo recuerdo.
-¿Es tu novio Lucy? – Como siempre, Max con su inocencia, pero esta vez te fastidió un poco.
- ¿John? ¿Lennon? ¿Te ha llamado o qué?
- Mike… ¿De dónde has salido? Y… sí supongo que sería él…
- Pues decía que quería despedirse porque no os ibais a ver en un tiempo, y que el avión salía hoy a las 12:00
- Ui, que pena, ya no llegas a despedir a “tus chicos”-Bromeó Mike.
- No pensaba ir a despedirme de todas formas.
Y así fue como durante dos meses dejé de verles en todas partes a todas horas, dejé de comerme la cabeza por su culpa… en el fondo lo eché de menos pero no para bien ni para mal. Simplemente fue una notable ausencia.

El tiempo pasaba muy rápido desde que se fueron. Entre las actuaciones, las pruebas y todo el lío del grupo… no tenía tiempo para preocuparme por nada. Aunque mis amigas no pensaban lo mismo.
- Menos mal que odiabas a los Beatles, ¿e?
-¿Por qué lo dices, Kat?- Kat, terminé llamándola Kat, al final me calló bien.
- Que si Paul esto, que si John aquello…
- No digas tonterías, hablo de ellos como de cualquier chico.
- Osea, que ya no les odias, ¿no?
- Dejémoslo en que no les odio tanto.
Katrina y yo habíamos pasado mucho tiempo juntas últimamente, ya que Ashley había empezado a salir con Mike y se pasaban todo el día juntos, y a mí no me apetecía estar con mi hermano, y a Kat no le entusiasmaba demasiado presenciar los besuqueos casi constantes de la pareja. Así que la única solución que teníamos era irnos por ahí a tomar el té y esas cosas. Pero nunca llegué a darme cuenta de lo rápido que pasan dos meses. Paul y John me llamaban bastante, bueno, decían que nos llamaban a la Blackbirds, pero al final siempre se quedaban hablando con migo. Que si John decía que me iba a dedicar “If I fell”, que si Paul iba a mover la cabeza especialmente para mí… Empecé a cogerles cariño. 


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